El final desconcertante, el vaso del veneno, el tono de la película que se traslada de una comedia romántica al más puro thriller con asesinato perfecto de Hitchcock, esa sombra omnipresente del hall de la casa de los protagonistas, auténtica telaraña que mantendrá atrapado al personaje de Joan Fontaine.
En esta película se nota, y de qué manera, qué geniales resultados, esa influencia del expresionismo alemán que tanto gustó a Hitchcock en su momento. Una auténtica joya.